Convertir la indignación en esperanza
- Leonardo Laso (Revista Plan V)
- 4 feb 2016
- 2 Min. de lectura

Entrevista publicada por la Revista Digital Plan V, el 4 de febrero de 2016
¿Cómo mira el panorama político tras la salida de Rafael Correa de la contienda electoral? Parece que esa medida que pateó el tablero político aún no genera una reacción en la oposición.
Toda la llamada oposición, los actores políticos, vienen moviéndose exclusivamente en referencia a Rafael Correa, siempre. Los revolucionarios ciudadanos tienen un buen manejo en términos de mercadeo político. Ellos ponen agenda cada sábado y los domingos hay los titulares sobre lo que dijo, anunció, a quien amenazó… Y los lunes todos los medios tienen a los actores políticos refiriéndose a lo que dijo Correa. El presidente cumple con lo primero que tiene que hacer un gobernante, que es poner agenda. Y todo se mueve con su agenda. Pero ahora, que ya Correa no va a participar en el proceso –habrá que ver si lo cumple- la oposición sigue funcionando en referencia a Correa. Un segundo tema es que la oposición repite un comportamiento ecuatoriano que me parece que hay que revisar y cambiar: en las elecciones discutimos sobre personas. Este es el candidato, cuál mide más en la encuesta y no se discute una agenda. El país está en una situación crítica, la gente demanda a quien sea candidato, qué va a hace para salir de la crisis, cómo va a bajar el desempleo… Creo que la oposición llega con la visión de escoger candidato y no con la decisión de marcar una agenda mínima como acuerdo nacional de cómo vamos a salir de la crisis.
¿Por qué los actores políticos no salen de la agenda de Correa y del gobierno y no pueden poner su agenda en el debate público?
Porque no entienden un elemento esencial de las campañas políticas y del juego político. La campaña política no es una pelea de box, que el candidato A le gana al B. Es conectarse con la gente y hacer propuestas que respondan a las preocupaciones y demandas de la gente. La gente está preocupada de estar sin empleo; el Ecuador está en crisis, está endeudado, hay corrupción, han irrespeto a las libertades, no hay independencia de poderes; hay un conjunto de inquietudes que además responden a una ciudadanía que ya votó en contra de Correa en febrero del 2014. Ciudadanos urbanos, profesionales, clase media, informados. Esa es su agenda. Pero la oposición sigue funcionando en una agenda que posiciona lo personal: Correa está equivocado y yo tengo la razón. Claro que hay unas propuestas de Lasso, de Montúfar, de Pachakutik, pero no hay un solo manifiesto en ninguna parte, de ninguno de ellos, que expresen las salidas a sus diagnósticos de una manera concreta. Pero, además del qué hacer, se necesita el cómo. Todos sabemos lo que se debe hacer, más o menos, pero cuáles son los cambios que se plantean; hay un conjunto de tareas que se deba hacer para cumplir esas demandas de la gente.
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